miércoles, 22 de agosto de 2012

Experiencias Universitarias

Buenos días:

¡UNIVERSITARIOS Y UNIVERSITARIAS DE ESTOS LARES, OS RECLAMO! Y a los preuniversitarios también. Porque hoy os vengo a hablar de un tema lejano de twitter y cercano a los estudios, esos grandes desconocidos... y es...


¡LA VIDA UNIVERSITARIA!

Sobre todo el convivir con alguien. Yo este año comienzo segundo de carrera en la gran Universidad Autónoma de Madrid, y bueno, se puede decir que es una buena experiencia. 

Yo soy de pueblo: es decir, son un poco tosca, miro a la gente que viste diferente y hablo un poquitín alto. Es decir, que vas por tu campus con ese subnormalismo innato del que te ha dotado Dios y que tú no puedes hacer nada para librarte de él. ¿Es malo? Que va, es divertido.

Llegas a la residencia: porque claro, puedes tragarte dos horas de autobús todos los días, pero es más fácil quedarse a dormir en una habitación de cuatro por cuatro metros cuadrados, es decir, lo definido como una habitación de mala muerte, escuchando a tu alrededor, salvajes universitarios con ganas de procrear sin llegar a tener hijos y de salir por ahí de fiesta. Es decir, no vives en una residencia universitaria si no te cuestionas ¿Pero aquí se estudia?

Y compartir habitación es lo best. Yo lo hice con una persona que ya conocía (¡Hola Laura!) y puedo decir que fue su peor pesadilla: ahorqué a su peluche, lo crucifiqué, hice una especie de tela de araña, lo ahorqué en medio de toda la residencia, la grabo cuando canto, cuando hace cualquier cosa en la que te gustaría tener un poco de intimidad (No la espio cuando se baña eh, eh! .__.) Y eso.

Pero eso no es lo importante: os vengo a hablar de la experiencia de vivir fuera de casa, de la universitaria. Empiezas a cocinar por ti misma, porque es fácil hacer una tortilla cuando tu madre está cerca, cuidadosamente te da ella la vuelta a la tortilla y... ¿Sábeis que el café, el líquido, puede tener moho? Increíble. 

Yo el primer día desteñí una camiseta. Fue muy emocionante. Pero poco a poco te va haciendo a tu nuevo territorio, eres capaz de prepararte algo comestible que no sea solo por microondas, empiezas a pillar las rutinsa de tus compañeros y quizás los ves el pelo (yo a mi vecino nunca lo vi .__.)

Y mola. Quiero decir, pequeños pre-universitarios, no tengáis miedo a salir al mundo de ahí fuera, porque mola mucho. Conocer gente que tenga tus mismos gustos y disfrutar de ello es lo importante. Y estudiar, porque como está el panorama hay que hacerlo.

Os dejo un blog que comenzamos a escribir cuando empezamos la uni, en el que hay algunas entradas de las experiencias universitarias que vivimos. Si teneis curiosidad pues entrar, está bastante diver. 



De nada 

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